
El perrito del vecino
Yeji, que vive sola en un viejo edificio de apartamentos destartalado, no puede dejar de pensar en el señor desempleado que vive al lado. Él le prepara ramen, y ven Netflix juntos… pero él no le entrega su corazón. Aun así, Yeji empieza a interesarse cada vez más por él... —“Señor, no podía apartar la vista de esto… y además, lo tocó.”